El monasterio de Veruela más espiritual renace con 11 pergaminos. Francisco Lázaro y Miguel Bayón son los autores de las once láminas.


El monasterio de Veruela es una de las joyas de la Orden del Císter que aún se conservan en España. Para difundir esa joya del patrimonio aragonés, la Diputación Provincial de Zaragoza ha editado once láminas en pergamino que destapan los secretos y las emociones del monasterio moncaíno, realizadas por el diseñador gráfico Francisco Lázaro y en los que van integradas unos textos realizados por Miguel Bayón. Los dos autores, acompañados por el presidente de la DPZ, Javier Lambán, presentaron la obra, ayer, en la sede de la institución.

Las láminas, agrupadas bajo una carpeta coronada con la b de Berola, y que Lázaro ha realizado con la técnica pictórica medieval de temple de huevo e iluminadas con panes de oro, muestran el conjunto monumental de Veruela y su espíritu.

"Han sido muchas horas de meditación, de ver fotografías y de estancia en el monasterio de Veruela y lograr realizar estas láminas aunque yo no soy más que un escriba", explicó Bayón que puso en valor el resultado final del proyecto: "No es solo una representación del monasterio, quiere ir más allá. Lázaro ha recuperado la perspectiva, la simbología y los códigos de la Orden del Cister plasmando en dos dimensiones lo que es una realidad de tres dimensiones". Y es que, para el escritor y periodista, Miguel Bayón, "estas láminas son un homenaje al Císter, a sus geometrías, a sus símbolos y a sus creencias".

No obstante, las ilustraciones están grafiados con una letra diseñada al efecto, de estilo cisterciense, realizada en tintas de colores sepia, azul, roja y verde. "Hemos diseñado un abecedario siguiendo las pautas marcadas en la documentación que hay del Císter, en una tarea supervisada por Guillermo Redondo", aseguró Francisco Lázaro. Las letras capitulares de cada una de las láminas las ordena ya que forman la frase cisterciense Ora et labora.

Así, los elementos representados en las tres primeras láminas (O, R, A) son el conjunto de Veruela. Las pinturas E y T están dedicadas a los fuegos y a la actividad del scriptorium. Las que completan la serie ilustran la sala capitular, la iglesia, el monasterio moderno, la actividad monacal y la localización y el entorno de Veruela. "Lo que enseñan los pergaminos es lo que quería que se viese pero hay una reflexión más profunda que será lo que la gente pueda pensar", afirmó Lázaro.

De estas once láminas en pergamino se han realizado dos tiradas. La primera, de 200 ejemplares, está destinada para uso protocolario mientras que la otra, de 1.000 ejemplares, se pondrá a la venta.

Periódico de Aragón

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